sábado, 20 de junio de 2009

Espíritu del Bosque al Pilar de Ansó

Lo que en un principio iba a ser una escalada tranquila en un entorno pirenaico acabó siendo una colectiva con un montón de amigos y conocidos.
Annalisa seleccionó algunos croquis de las vías asequibles del valle de Ansó y decidimos ir a El espíritu del bosque al Pilar de Ansó tras recibir algunas indicaciones de una pareja vasca con la cual coincidimos a primera hora de la mañana.


Recientemente un amigo francés me preguntó por la diferencia entre una vía buena y una vía bonita. Pues bien, el espíritu del bosque es un buen ejemplo para esta cuestión.

Es una vía BONITA por el lugar, la pared por donde discurre, la aproximación y el descenso, pero NO es una BUENA vía por su equipamiento.

Imagino que el objetivo, al equipar esta vía, era convertirla en una vía clásica que tuviera muchas repeticiones (Pido disculpas si me equivoco).

El equipamiento de este itinerario no está a la altura de la belleza del entorno. Cierto es que con menos expansiones sería más exigente y menos repetida, pero la facilidad con la que se taladra la roca aleja a esta ruta de una ética más respetuosa con el medio natural.

Reconozco que en algunos pasos me he aprovechado de la profusión de puntos de seguro y que he utilizado otros para progresar; pero también debo decir que si hubiera tenido que colocar yo mismo algunos seguros móviles (aliens, empotradores, etc.) la satisfacción al finalizar la ascensión hubiera sido mayor.
Claro está que en ese supuesto, teniendo que llevar más material y autoprotegiéndose, la dificultad obligatoria del itinerario se incrementaría algo y el abanico de gente dispuesta a repetirla se reduciría en gran medida.

Es evidente la diferencia entre una ruta asequible para el consumo de gran cantidad de escaladores y un trazado exigente con la satisfacción como recompensa por el esfuerzo realizado. Cada cual que metite sobre sus preferéncias.

Hace muchos años abrí un itinerario en solitario y sin expansión alguna, posteriormente fue machacado sin piedad por la sociedad de consumo en forma de vía ferrata. No me importa la notoriedad, pues en su día me lo pasé muy bien, sino las formas poco respetuosas con el prójimo y con el medio natural.

Finalmente destacar que existe una vía del año 1988 en la pared de Patriarcas de Montserrat cuyo nombre ilustra muy adecuadamente este caso. Se trata del "Eterno romanticismo de un alpinista o como evoluciona el hombre con el paso del tiempo"

Aunque algunos puedan pensar que es un "callo" de vía, pocos la han repetido para hablar con conocimiento de causa; y hay que precisar que la evolución no siempre lleva asociada la mejora en el mismo sentido.

Mientras unos buscan la comodidad y la satisfacción personal, sin tener en cuenta la sostenibilidad de la escalada a lo largo del tiempo; otros piensan en preservar para próximas generaciones, no solo retos y paredes disponibles, sino también valores éticos.

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